
Silvia nace en Valencia en los años 50 en el seno de una familia de derechas, que nunca habla de política pero que deja cierta libertad de pensamiento. Su padre muere cuando ella cuenta 18 años. Su educación está a cargo de un colegio de laico, de profesoras, que mantienen las rutinas religiosas de misa y rosario, pero sin ser demasiado exigentes. A la muerte de su padre debe ponerse a trabajar, mientras estudia por las noches hasta acabar la carrera. Ya en la familia detecta y rechaza un trato discriminatoria entre las hijas y los hijos. Tras unos años de matrimonio se divorcia y debe hacerse cargo al completo del trabajo, los estudios, la casa y los hijos.
Se afilia en primer momento a una asociación profesional de la Administración Pública, pero hacia 1990, ingresa en Comisiones Obreras. Desarrolla una actividad sindical limitada a su centro de trabajo y nunca tiene dedicación exclusiva al sindicato. Milita un tiempo en un partido y descubre que tanto allí como en el sindicato los hombres no respetan las opiniones de las mujeres. Se considera feminista desde joven y al poco de su creación en 1993, entra en la respetada asociación Antígona que organiza, entre otras actividades un seminario de filosofía y es el germen del Seminario de Mujeres Grandes. En la actualidad es la secretaria de la Mujer de la Federación de Pensionistas de CCOO PV