Fina Casasnovas García

Nace en La Vall d’Almonesir (Castelló), en 1950, en una familia conservadora. Estudia con beca y entra en el Banco de Bilbao hacia 1971. Su actividad en CCOO sigue tres etapas. La primera va de 1971 a 1974. Después de su detención por la BPS, se integra en CCOO, la única en el BB. En el 71, es elegida Jurado de Empresa y entra en la LCR. Desde la clandestinidad, intenta ampliar la base del sindicato en banca y ahorro, con reuniones de coordinación entre las distintas empresas y a nivel estatal. En marzo del 74 la despiden a raíz de las protestas por el asesinato de Puig Antich. Entre el 74 y el 77 trabaja de administrativa en el metal y luego en la construcción. En estos años no puede contactar con el sindicato, pero participa en la huelga del metal (la única administrativa de su empresa que participa). Trabaja en la AAVV de Torrefiel y en la Coordinadora Feminista.

La segunda etapa va de 77 al 93. En el 77 entra en Promobanc y retoma la militancia en CCOO. También participa en las Jornadas feministas de Valencia, que se celebran en el mes de diciembre en la facultad de Económicas. En el 78 es elegida delegada sindical, al igual que en las elecciones del 82 y 86. En el 90 ya no puede presentarse pues la plantilla de Promobanc se reduce a 3 personas, tras la absorción por parte del BB. En esta etapa forma parte del secretariado y la ejecutiva de la FEBA en L’Horta. Participa en el congreso estatal de la FEBA en 1983. Deja la militancia activa en el feminismo.

La tercera etapa comienza en 1994 con la integración en el BBV. Desde ese año y hasta su prejubilación en 2009, sale elegida en todas las elecciones sindicales (1994, 1998, 2002 y 2006). En el 96 participa en el Congreso de la FEBA PV en Gandía. En el 98 la eligen responsable de finanzas del BBV estatal, incorporándose a la ejecutiva y al secretariado. En el 99 la eligen secretaria general del BBVPV. En la fusión con Argentaria (BBVA), en el 2000, revalidan su cargo, que ocupa hasta su prejubilación. En el 2004 participa en el VII Congreso Confederal del PV.

Testimonio recogido y comentado por Pepa Mestre en 2004.

Según nos cuenta Fina, nació en La Vall d’Almonesir (Castelló), en el año 1950, ya que allí trabajaba su padre como maestro, aunque siendo ella muy pequeña se trasladaron a vivir a Valencia. Eran cuatro hermanos. Su madre, ama de casa, era una mujer procedente del mundo rural, que escasamente sabía leer y escribir. Recuerda que era una persona muy católica, para ella todo lo que la Iglesia decía estaba bien.

Mi madre no trabajaba, se dedicaba a las tareas de casa, mi madre es del mundo rural, vive, vivía en un pueblecito muy pequeñito de Castellón, al lado de la aldea de Almonacid y pues, [sus estudios eran], lo que hacían entonces de primaria, no sé cómo llamarlo, pero vamos, escasamente leer y escribir sí que sabe pero… poco más.

En cuestiones de política sus padres eran de derechas, aunque más por desconocimiento que por otra cosa. Piensa que su padre, a pesar de ser también católico, era una persona crítica dentro de un orden.

…mi padre era más crítico dentro de un orden, pero era un poco más crítico digamos con los poderes de la Iglesia. Pero vamos, eran de derechas, además clarísimamente. Mi madre más por desconocimiento, mi padre conocía más pero vamos era [de derechas]; le salimos cuatro hijas, un poco mal para él.

Tiene muy claro que tanto ella como sus hermanos pudieron estudiar gracias a la mentalidad crítica de su padre. Tenía muy claro que a los hijos había que darles un mínimo de formación para poder acceder mejor al mundo laboral, y a través de becas consiguieron tener estudios.

…porque nos dieron becas, […] mi padre eso sí que lo tenía [claro], era de derechas pero tenía unas ciertas cosas claras […]. Entonces tampoco había muchas posibilidades de la mujer incorporarse al mercado laboral y cosas de estas, pero tenía muy claro que tenía que darnos a poco que pudiese un mínimo de formación para que pudiésemos acceder al trabajo.

En cuanto al tema de los estudios y muchos otros temas de la familia, su madre no opinaba, era una ‘mujer de su casa’, todo lo que decía el marido le parecía bien. Una vez ya en Valencia inició sus estudios en la escuela pública del barrio donde vivía y tras terminar primaria siguió estudiando bachillerato y administrativa. Finalizados sus estudios de administrativa en el año 1967, se preparó y presentó a unas oposiciones para el Banco Bilbao, que aprobó y, en mayo de 1968, empezó a trabajar. El hecho de elegir el Banco de Bilbao fue porque era el único que en aquella época admitía a mujeres es como administrativas, lo que no ocurría en los otros bancos. Es consciente que empezó a trabajar en un mundo dominado principalmente por hombres. Había muy pocas mujeres administrativas, aunque recuerda que entre hombres y mujeres no había ninguna diferencia a nivel de salario, trabajo o trato, pero las mujeres solo podían estar en la escala administrativa. A pesar de admitir a mujeres entre sus administrativos, sí se marcaban diferencias en cuanto a indumentaria y actitudes: las trabajadoras del banco no podían llevar pantalones, ni fumar. Se percibía un trato bastante paternalista por parte de los jefes hacía ‘las chicas’ que trabajaban en el Banco.

…porque mujeres que subiesen en aquella época a jefatura no había prácticamente ninguna; entonces en la escala administrativa no había diferencia de salario, ni de trabajo, ni de trato, a excepción de […) mucha diferencia, claro, los chicos podían fumar, los chicos no tenían que tener floreritos, era muy incómodo además.

Piensa que las mujeres de la banca, en general, no dejaban de trabajar cuando se casaban porque era un trabajo con un horario cómodo, se trabaja solo por la mañana de ocho a tres, y este horario permitía compaginar bien el trabajo de fuera y el trabajo dentro del hogar.

La mayoría, así como que alguna que se casó y dejó el puesto de trabajo y además daban entonces una dote, no me acuerdo bien lo que era, pero la mayoría se quedaban, a lo mejor… porque el horario de 8 a 3 permite compaginar la vida laboral y la vida… compaginada de otra manera. Pero, vamos, a las tres acabas y entonces no obligaban a quedarse por las tardes, era cuando, si había algo extraordinario, era absolutamente voluntario y además [las horas extras eran] pagadas, pero […] entonces no se hacían muchas horas [extras], y entonces las chicas, eso si que estaba claro, que eran las que llevaban la casa, ¿eh? aunque trabajas en algo pero vamos, y… Pero vamos, [el horario de trabajo en un banco] les permitía por la tarde poder dedicarse a la casa.

Sus primeros contactos con CCOO y la política se producen a principios de 1971, cuando es detenida por la calle junto a dos amigos, todavía hoy no sabe muy bien por qué.

Es una cosa que todavía me pregunto. En aquella época, vamos, en mayo del 68 sí que puedes empezar… Pero vamos, en mi casa de política jamás se ha hablado de nada, entonces… pues no, ni idea, ni idea. Entonces nos detienen y nos acusan de estar montando la Liga Comunista Revolucionaria en Valencia: «¡Comunistas, y no sé qué, y no se cuántos!» Eso me hizo después, cuando me soltaron a los tres días, intentar encontrar a los de la Liga Comunista Revolucionaria, para ver de qué iban; y de hecho después me metí en la Liga Comunista Revolucionaria…

Estuvo detenida tres días, con interrogatorios por la noche. No entendía ni que estaba pasando, ni sabía de qué le estaban hablando, ni de qué la acusaba hasta el momento no había tenido ninguna implicación política directa.

…acababa de terminar el estado de excepción y entonces el trato [en comisarla no fue malo]. No nos tocaron, vamos… Los 3 días allí la comida era horrible, vamos, yo no comí en tres días. Y entonces lo que sí hacían era interrogarte por la noche. Te tenían prácticamente toda la noche de pie preguntando cosas que no sabías, no sabías qué te estaban preguntando, o sea, no tenías ni idea. Mejor, porque no pudimos decir nada que les interesara…

En relación con dicha detención, la policía fue a su casa para hacer un registro y así fue como se enteró su familia.

Sí, porque fueron a casa a hacer un registro, a mis padres casi les da un ataque porque no podían imaginarse jamás que tuviesen una hija comunista y cosas de estas, pero bueno, después cuando llego a casa la primera preocupación era ver cómo estaba y, y de olvidar el episodio. No, no hubo muy mal…

Luego la dejaron en libertad y tuvo que presentarse en el Juzgado los días 1 y 15 de cada mes, hasta que hubo un indulto. No llegó a celebrarse ningún juicio por dicha detención y por lo tanto tampoco fue condenada. Después de esta detención, el sindicato se puso en contacto con ella, ya que CCOO en ese momento estaba empezando a generar su núcleo en Banca y no tenía a nadie en el Banco de Bilbao. Esos inicios del sindicato en la banca los recuerda como un proceso complicado. En un principio eran muy pocos e intentaban atraer a más empleados. El hecho de la detención la ayudó a salir elegida vocal del Jurado de Empresa. Sus compañeros de banca creían que si era comunista defendería perfectamente sus derechos.

Era complicado, de todas formas funcionábamos, éramos muy poca gente en un principio éramos dos o tres bancos […], pero éramos muy poquita gente y los que funcionábamos era reuniéndonos digamos una o dos personas por banco, para ver qué se iba haciendo y tal. Mientras tanto cada uno en el banco pues intentando atraer gente para la causa. Pero vamos, no éramos mucha gente, lógicamente en aquella época [eramos] poca gente, lo que pasa es que en el banco, en el Banco de Bilbao entonces estaba el Sindicato Vertical y se hacían elecciones a Jurado de Empresa. Entonces lo de la detención también sirvió porque hacíamos las elecciones a Jurado de Empresa pero no se presentaba una lista, en principio la gente votaba al… y una vez se había votado se presentaba la lista y se ratificaba. Como la gente sabía que mi habían detenido por comunista, no entraban en más detalles, pues decían: «una comunista nos tiene que defender perfectamente», y me votó todo Cristo. Entonces la Liga, que ya empezaba yo a tener contactos con la Liga, no estaba de acuerdo en participar en los Jurados de Empresa, pero si me votó todo el mundo y no había mas remedio que…, pues estuve en el Jurado de Empresa.

En el año 1974 fue despedida del Banco de Bilbao. Era el año del proceso a Puig Antich, ella ya estaba casada y su compañero estaba en aquel entonces en la universidad, donde hubo muchas protestas. La policía intervino y empezó a detener y fichar a gente. A través de su marido llegaron a ella, que estaba fichada. Para que no les detuvieran se fueron de Valencia sin avisar durante unos quince días y a la vuelta al trabajo, el banco utilizó el argumento de la falta de asistencia al trabajo para despedirla. Desde 1974 a 1977 estuvo fuera del mundo de la banca, trabajando de administrativa en el metal, fue la época de las huelgas del metal.

…me despidieron y entonces estuve desde el 74 que me despidieron hasta el 77, que volví a entrar en otro banquito, a finales del 77, estuve fuera de lo que es Banca. Entonces estuve trabajando en, en el metal. Entré de secretaria, que me pillaron las huelgas del metal. Fui la única administrativa que bajó a la huelga y era la secretaria de dirección. Inmediatamente me mandaron con la tropa, con el resto de administrativos, porque la secretaria de dirección no podía participar en una huelga. Con todos esos hombres, ¿qué hacía yo ahí?

Durante este periodo de tiempo pasó por diversos trabajos, pero no tuvo ninguna implicación sindical, aunque sí en la Asociación de Vecinos de su barrio, Torrefiel, y seguía militando en la Liga Comunista. Todo esto hizo que se implicara más en política, trabajando en barrios. Se reafirmó mucho más en sus ideas. La relación de pareja no se vio afectada por su activismo político en esos momentos, ya que su marido estaba también implicado, militaba en la Liga como ella, y al no tener hijos podían dedicarle más tiempo.

…digamos que éramos como más libres. No había una obligación especial que nos estuviese agarrando en casa. Entonces, como teníamos los dos la militancia, además en el mismo partido, que era más, no había controversias digamos entre nosotros, no había ningún problema. El trabajo de la casa, lo poco que hacíamos, lo hacíamos entre los dos y no era de aquello de que me ayudase, sino que lo asumía perfectamente él, en eso sí que no he tenido problemas.

A finales de 1977 volvió a trabajar en banca, en Promobank, y con ello a implicarse otra vez en el sindicato, como miembro del comité de empresa. Considera que CCOO en banca era sensible al tema de la mujer. En aquella época se realizó la primera Asamblea de Mujeres, primer organismo unitario del movimiento feminista en Valencia, y casi todas las mujeres de CCOO de la banca estaban también en la Asamblea. Ella asistía a las reuniones en representación de la Asociación de Vecinos de Torrefiel.

…que cuando se hizo la primera Asamblea de Mujeres en Valencia y tal. Al menos a nivel formal el sindicato en Banca era sensible al tema de la mujer y además se notó mucho que, en expresiones, quiero decir que cuando se discutía el… procuraban ser exquisitos con el lenguaje, al menos aquí en Valencia. También es cierto que éramos un grupo de mujeres, que además estábamos casi todas en Asamblea de Mujeres, y entonces le dábamos mucha caña por ahí, ¿no?

En aquel momento la lucha de la mujer estaba empezando con fuerza. Los compañeros, si bien aceptaban las cuestiones de género que se planteaban, realmente no lo interiorizaban como algo suyo. En cuanto a reivindicaciones especificas de las mujeres no había muchas, ya que en banca no había discriminación de salario.

Hubieron discusiones sobre la igualdad de la mujer en el trabajo en Banca, porque claro, al no estar discriminadas salarialmente, en las cosas que desempeñábamos pues había una percepción de que allí no había discriminación. Y entonces hubo mucha historia para que se diesen cuenta que mujeres […], a través de los años, que no era por nada más y, aparte de Oficial de Primera, había muy pocas mujeres que fuesen, que tuviesen más proyección…

Pero sí recuerda algunos conflictos por cuestiones como reclamar guarderías, el aborto, el divorcio, reivindicaciones todas ellas desde el sindicato.

…guarderías en […] los centros de trabajo. Entonces habíamos tenido la discusión que si en los barrios, que si en los centros de trabajo. Pero vamos, nunca se consiguió nada. Pero sí que se estaba de acuerdo en que fuese en los centros de trabajo. Entonces, como los bancos estaban, y siguen estando, […] la mayoría de la gente trabajaba en el centro de Valencia, pues incluso se estaba planteando el abrir una guardería para todos los bancos. Pero vamos, no llegó, no sé si se llegaría a plantear ni siquiera en ningún convenio colectivo. No, no creo, la verdad.

Para Fina, la creación de la Secretaría de la Mujer en 1978 en CCOO es algo muy positivo porque permite estar de alguna forma siempre tratando el tema de genero.

A mí me parece positiva porque es una forma de, al menos, estar siempre o poder aunque ya te digo que me parece que estar siempre sobre el tema y que, es a nivel formal, pero que al menos en todas las reivindicaciones, en todos los convenios, en cualquier eso, pueda estar el tema de la mujer presente. Y además al estar la Secretaría también obliga, digamos a la Dirección del Sindicato, a tenerlo en cuenta, […] aunque sí que vale más que esté que que no esté. Pero vamos, le queda mucho tiempo, le queda mucho por hacer, en concreto en banca no tenemos responsable de mujer…

A nivel personal, la dedicación plena al sindicato y a la política la llevó o tuvo parte de relación con su ruptura matrimonial.

Bueno, era una locura, quiero decir, una locura. Era estar todas, sí, las 24 horas del día dedicándote a unas cosas y a otras. Lo que pasa es que no las viví mal, yo recuerdo como una época muy bonita, era muy estresante, en aquella época ni te enterabas. Lo que sí que es cierto es que las relaciones de pareja se fueron al traste [sonrisa], porque yo creo que casi ni convivíamos juntos. Entonces nos separamos muy bien, no hubo mal rollo, ni historias, pero vamos, nos separarnos.

Haciendo un balance de la práctica sindical de ahora y la de aquellos años, considera que hay mucha diferencia. Antes la gente que estaba metida en el sindicato le ponía muchas ganas y voluntad para cualquier cosa, primero era el sindicato y después tu vida particular. Actualmente la participación es mucho menor, la gente que no es delegada sindical no se implica.

…en la práctica sindical de entonces, aparte que era muy voluntariosa, estabas casi disponible para el Sindicato, para cualquier historia político-social, prácticamente las 24 horas del día, quiero decir que tú tenías que ir a Madrid a no sé qué, te pagabas el viaje, te buscabas una pensioncilla o casa de alguien para poder dormir. También el Sindicato entonces tampoco tenía medios. Era mañana, tarde y si era preciso por la noche, no anteponías -que tampoco está bien, ¿eh?- no anteponías tu vida personal a la sindical. Al menos en mi caso, y yo creo que en muchísimos, la vida sindical era lo importante y tu vida particular, personal, era lo secundario. Si te queda tiempo vale, si no… Y en estos momentos pues no es así. De alguna forma no lo ves mal, porque claro, la vida personal es muy importante. Por otro lado el tema queda como más burocratizado, no sé, […], desde ese momento es menos participativo el tema sindical aunque no solamente por la forma de militancia, es también cómo esta socialmente el tema que… es mucho menos participación a todos los niveles. En el sindicato los afiliados fundamentalmente votan como se vota, […] somos sus representantes y les tenemos que solucionar las cosas, pero no se implican para nada. Entonces, pues lo llevamos adelante los delegados, lógicamente.

Ella sigue actualmente metida en el mundo sindical. Lleva ocho años liberada, si bien su militancia en la LCR ha supuesto que, a nivel sindical, su pertenencia a una corriente minoritaria dentro del sindicato sea motivo de ‘recelos’ y ‘desconfianzas’ a la hora de realizar su tarea sindical. En la actualidad está en la Secretaria General de Banca del País Valenciá. Considera que, en la actualidad, siguen existiendo diferencias de género entre escalafones, no como antes, pero sí se puede apreciar que conforme vas subiendo cada vez hay menos mujeres y más hombres en los cargos. Las cosas van cambiando pero de una manera muy lenta.

Hombre, a nivel profesional se ha avanzado, en estos momentos se ha avanzado, digamos (que las mujeres) no se quedan en administrativas, hay muchas técnicas, lo que pasa es que lógicamente a medida que vas subiendo en el escalafón hay muchas menos mujeres. En este último consejo de administración, el BBVA puso a una mujer, en el banco, mujer […], pero no, hasta ahora ni siquiera eso. No es que sirva mucho, pero bueno, un detalle ya lo es (…] Lo que pasa es que lo que conlleva el tema es que lo que se les está exigiendo ahora tanto a mujeres como hombres es unas prolongaciones de jornada terroríficas. […] Que trabajando de ocho a ocho todos los días, vale, pues como el reparto de tareas domésticas, aunque son gente joven, no está tan claro todavía, ni mucho menos, pues tienen verdaderos problemas, hay muchísima baja por depresión, en banca, por estrés y fundamentalmente es porque hay un agobio, aparte de las horas que están trabajando, que ya es un agobio la presión del banco para que hagas más, para que vendas más, para… y después compaginar eso con la vida personal y el trabajo de la casa, debe ser horroroso.

Se puede apreciar que la dedicación de la mujer al sindicato es menor. Es difícil encontrar mujeres que quieran ser delegadas. En cuanto a la afiliación, sigue habiendo menos mujeres afiliadas que hombres, pero la diferencia es menor que antes. El hecho de tener que llevar el trabajo y la casa sigue pesando. Pero la poca implicación es general, hay mucha pasividad, todo es mucho más burocrático.

Pues porque, no sé exactamente, porque sí que es cierto que la gente está muy pasiva en estos momentos, la plantilla en general está muy pasiva a la espera de… La gente joven vive el sindicalismo de forma muy diferente, hay incluso quien nos mira como si fuésemos dinosaurios, yo no sé. Es muy difícil afiliarles además, la gente joven es muy difícil, se van afiliando pero [es] dificilísimo. […] Yo pienso que la mujeres más están por el trabajo de ocho a tres, que les servirá de formación. La verdad es que muy a gusto no están a nivel del trabajo, está todo el mundo esperando prejubilarse, […] da la idea de que la gente está muy a disgusto trabajando…

Para Fina aquellos años fueron algo muy positivo y de mucho cambio, la gente estaba muy receptiva a todo, era una época de muchas esperanzas. No está arrepentida de todo lo que hizo en ese momento, pese a todas las consecuencias que hayan podido haber.

El balance […], hombre yo, para mí es un balance positivo, pues que yo pienso que fue unos años, que además eran muy ilusionantes, que sí que estabas viendo que estabas cambiando algo, […I cuando terminó la dictadura, en la época de la transición, y yo creo que para la inmensa mayoría de la población, que fue cuando […] la gente más participaba…

PEPA MESTRE (2004)

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